Hector Fabio tiene 28 años, ha trabajado toda su vida en semáforos y en una empresa de andamios. Se salió de esta última debido a roces que tuvo con su jefe, fue así como regresó a las calles en busca de empleo. Él pudo terminar el colegio, pero no siguió estudiando ya que era necesario que colaborara económicamente en su casa. Su mamá toda la vida se desempeñó como empleada de servicio en una casa. Desde hace 3 meses que trabaja en este semáforo, aunque conoce muy bien a todos los que se mueven en este sector desde hace años. Hector Fabio cree que su trabajo es completamente legal, pues dice que sus productos (cigarrillos y dulces) lo son. Me habla y por medio de sus gestos y palabras me demuestra que lo que siente por sus compañeros es un gran afecto, ni siquiera los llama compañeros, para él son todos sus amigos. Además de él , hay otro joven que vende también"chaza", por eso cumplen con una rutina de trabajo donde se turnan día y noche.
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