viernes, 23 de abril de 2010

EN LA NOCHE EL NEGOCIO SIGUE

Ayer pasé por el semáforo más o menos a las diez de la noche. A esa hora el número de vendedores venía siendo de 8 o más. Muchos eran los mismos que veo por la tarde, aunque sin duda descubrí la presencia de otros nuevos. Ellos debieron entrar en el turno de las 6:00 pm, mientras que sus compañeros les estregaban toda la mercancía y hacían cuentas. En ese momento se ven todos con su distribuidor pertinente y le hacen registro de todos lo productos vendidos en el día, como también se le hace entrega al vendedor que llega de su mercancía correspondiente. Ya no hay aguacates a la venta, los periódicos son pocos y más bien veo muchos sobres del mundial, junto con sombrillas y dulces. La actividad comercial no termina todavía, muchos de ellos siguen hasta las dos de la mañana en la calle trabajando, todavía les espera una larga noche.

HECTOR FABIO IZQUIERDO


Hector Fabio tiene 28 años, ha trabajado toda su vida en semáforos y en una empresa de andamios. Se salió de esta última debido a roces que tuvo con su jefe, fue así como regresó a las calles en busca de empleo. Él pudo terminar el colegio, pero no siguió estudiando ya que era necesario que colaborara económicamente en su casa. Su mamá toda la vida se desempeñó como empleada de servicio en una casa. Desde hace 3 meses que trabaja en este semáforo, aunque conoce muy bien a todos los que se mueven en este sector desde hace años. Hector Fabio cree que su trabajo es completamente legal, pues dice que sus productos (cigarrillos y dulces) lo son. Me habla y por medio de sus gestos y palabras me demuestra que lo que siente por sus compañeros es un gran afecto, ni siquiera los llama compañeros, para él son todos sus amigos. Además de él , hay otro joven que vende también"chaza", por eso cumplen con una rutina de trabajo donde se turnan día y noche.

jueves, 22 de abril de 2010

MÁS SOBRE LA ECONOMÍA INFORMAL

La economía informal se genera por muchas razones de tipo económico y social. Se habla frecuentemente que este fenómeno hace parte de los países subdesarrollados, pero evidentemente la globalización de la economía ha hecho que esta actividad no se de exclusivamente en este tipo de países sino que también se lleve a cabo en las naciones desarrolladas.
La informalidad se ha producido porque "en el sector formal no se generan los empleos que la gente demanda"[1]. Igualmente el mismo mercado dificulta el ingreso de cierto tipo de personas (no profesionales, personas de edad, jóvenes con antecedentes criminales, etc.) al sector formal. Estos factores se suman a un alto costo en el cumplimiento de la ley, por lo que seguir ciertas normas requiere de un elevado capital económico que llegue a garantizar la legalidad de cualquier negocio.

Estos sólo son algunos elementos que han influido en el actual crecimiento del sector informal. Este sector se está convirtiendo para muchos en la mejor forma de salir de la pobreza y el desempleo.

[1]http://sisbib.unmsm.edu.pe/BibVirtualData/publicaciones/administracion/N14_2005/a04.pdf

lunes, 19 de abril de 2010

¡LLOVIENDO OTRA VEZ!




Hoy fue un día difícil para realizar entrevistas. Son muy pocos los vendedores que dejan hacerse preguntas, además no les gusta que grabe las conversaciones y menos que tome fotos. Están en todo su derecho, es difícil el aceptar que otra persona que no pertenece a tu grupo quiera preguntarte cosas sobre tu vida y tu trabajo.

No pasé mucho tiempo con ellos, pues la lluvia se hacía cada vez más intensa. Ellos empapados, corrían de un andén a otro, vendiendo los sobres de Panini. Se gritaban unos a otros para avisar que un conductor necesitaba comprar láminas por aparte. Todos estaban pendiente de cualquier carro, de cualquier movimiento o solicitud. Vi una mujer nueva en el sector, ella tenía un puesto solo de cajas del mundial. Al lado de ella había un niño sentado que le ayudaba a contar los sobres.

Don Marino se encontraba sentado con sus productos en las manos. Cerca a él se encontraban diez sombrillas abiertas en el pasto, listas para la venta. Cada quien andaba en lo suyo, protegiendo sus mercancías de la lluvia y yo, ya sin esperanzas, no veía la hora de llegar a mi casa. Me despedí de todos, pensando que mañana podría ser un día mejor.

MARIA HELENA

He terminado mi entrevista con David y atravieso la calle. Cerca al semáforo se encuentra María Helena, una vendedora de aguacates. Ella gentilmente me concede una entrevista. María Helena nación en el Valle y su madre al igual que ella fue vendedora informal. Desde que María Helena tiene diez años está trabajando; empezó como niñera, luego laboró en una casa de familia y por último trabajó con su madre vendiendo frutas en El calvario. Hace doce años que este sector se convirtió en su lugar de trabajo. Ya tiene una clientela fija, y añade que el trato que recibe por parte de esta y de sus amigos de trabajo es placentero.
De martes a viernes Helena se levanta a las 2 de la madrugada, se dirige a la galería a comprar sus aguacates y llega a su casa a las 4:30 am para hacerle el desayuno a sus hijos, les deja el almuerzo listo y a las 10:00 am sale de su hogar y se viene a trabajar a este semáforo. El proveedor de Helena es la galería, ahí consigue sus productos que logra vender en esta calle; además de ella hay otra compañera que le ayuda en la venta de aguacates. Ella considera que su trabajo es legal, puesto que su producto (el aguacate) también lo es. Me vuelve a decir lo feliz que se siente estando con sus amigos y compañeros en este sector, además agrega que la gente de aquí la trata muy bien, pues ya la conocen desde hace tiempo.

domingo, 18 de abril de 2010

MÁS QUE UN LUGAR DE TRABAJO ES UN SITIO DONDE SE PIENSA EN EL OTRO

Le doy una vuelta al semáforo y me dirijo a la esquina donde venden flores. Ahí le pido a un joven alto y de piel oscura que me cuente algo sobre su vida. Me mira de reojo, lo piensa varios minutos y al final, después de vacilar y de meditarlo me dice “hágale pues”. Él es David. Le pregunto su lugar de origen y sus amigos me responden “¡del África!”, todos ríen conmigo y el ambiente se torna más amigable. David me mira con más confianza y me dice que es de Santander de Quilichao. Sus padres trabajaban en una galería y se vinieron a Cali a buscar mejores oportunidades de trabajo y de estudio para sus hijos. Ahora David está estudiando Electrónica y redes de Telecomunicación, desde los catorce años trabaja al igual que todos sus hermanos. Él solo sueña con tener su propia empresa de telecomunicaciones y poder darle todo lo necesario a su familia (está casado y tiene un hijo). David considera que los que trabajan en este semáforo con él son sus amigos, pues ya llevan juntos varios años (él esta aquí desde hace ocho).Todos ellos se reúnen a almorzar y se ayudan en los momentos en que el otro no puede atender el puesto.
Su distribuidor se llama Saulo. Este personaje es el que le entrega todas las flores a David y a sus otros dos compañeros de puesto. David es el empleado de Saulo, eso fue lo que me hizo entender. También me comentaba que lo que él hace es legal, pues no le causa daño a ninguna persona y no le roba a nadie ningún dinero o posesión. Por eso cree que lo que su trabajo es formal y por lo tanto fijo.
Las relaciones establecidas en este lugar son más que “vínculos laborales”, aquí se han constituido vínculos afectivos. El tiempo que llevan trabajando juntos ha hecho que en este grupo el respeto por el trabajo del otro sea algo fundamental. Cada uno tiene su puesto bien definido; unos venden flores, otros tarjetas de celulares, otras venden aguacates o dulces. En este semáforo los individuos tienen sus cargos bien distinguidos y cada uno de éstos se identifica como un miembro más del grupo de vendedores.
David reafirmó lo que Uberney y Marino me habían dicho con anterioridad. Todos ellos se consideran amigos, por lo que cada uno dice estar contento con su lugar de trabajo, pues más que un sitio donde se labora es un sitio donde se fraterniza y se piensa en el otro.

¿INFORMALIDAD = ILEGALIDAD?

La mayoría de veces pensamos que la informalidad está ligada al concepto de ilegalidad. Este planteamiento tiene cierto grado de verdad, pues cuando se trabaja en el sector informal no se respetan algunas leyes estipuladas por el Estado, principalmente las que tienen que ver con el fisco, el trabajo y los derechos sociales de los trabajadores. En el sector informal el producto o servicio ofrecido cumple con todas las normas establecidas (es legal como tal), aunque su comercialización y producción resulten ilegales. Es en el sector ilegal donde la mercancía (como tal) producida y comercializada es totalmente ilegal (un ejemplo de esto son las drogas). Esta aclaración nos sirve para hacer esta distinción entre ilegalidad e informalidad, pues ahora me doy cuenta que el sector que estoy investigando es un sitio donde se practica la informalidad y donde igualmente se violan algunas normas y derechos, pero que anterior a ésto, los productos ahí distribuidos son claramente legales.
Para mayor información, consultar el link
funcionó como ayuda para ayudar a alcarar estos conceptos.

jueves, 15 de abril de 2010

HABLANDO CON UBERNEY




Uberney al igual que Marino vende tarjetas celulares y por el momento se dedica a ofrecerle a los transeúntes y conductores productos del mundial de fútbol. Uberney alcanzó a hacer su bachillerato y ahora tiene 24 años. Después de terminar el colegio, salió a las calles a trabajar de mimo; de esa forma ayudaba a cubrir varios gastos en su hogar. Estuvo en varios sectores de la ciudad trabajando pero, insiste en la idea de que en esta zona se gana mejor que en otros lugares. Además comenta que en este semáforo hay muy buenas amistades que hacen que el ambiente sea agradable y placentero. Jhon le surte la mercancía a las seis de la tarde, es ahí cuando comienza el turno de Uberney, extendiéndose hasta las once de la noche.

Este individuo dedicado a la venta callejera me dice que su empleo es un trabajo digno como cualquier otro y agrega que, según la capacidad que los individuos se han formado clasificarán para determinada ocupación en la sociedad. Este comentario es una fuerte evidencia del tipo de sociedad que hemos construido, pues a partir de la división social de trabajo, cada sujeto se especializa en determinada tarea y se localiza en diferentes esferas de la sociedad, de acuerdo a la complejidad del conocimiento que se disponga y a la cantidad de tiempo laborada.

Uberney se queda callado y yo decido ponerle fin a la entrevista, su última afirmación sigue estando en mi cabeza, de alguna manera sus palabras están cargadas de certeza. Me paro y sigo caminando calladamente por el semáforo en busca de más relatos.

MARINO ANTONIO JURADO



Marino Antonio Jurado labora en el semáforo de Ciudad Jardín. Nació en el Cairo, Valle y desde hace cincuenta años vive en Cali. Sólo hizo hasta segundo de primaria junto con sus otros hermanos, pues su padre los dejó desde muy pequeños. Desde los nueve años trabaja vendiendo pandebonos, buñuelos, prensa y tarjetas celulares. Hace diez años que está ubicado en este semáforo y añade que para él es agradable trabajar en este lugar pues ya tiene mucha clientela conocida y lleva mucho tiempo trabajando con los mismos compañeros. En este momento está vendiendo sobres y álbumes del mundial, a esto le llaman "machete". Este término lo emplean para designar la venta de algo novedoso o que sale sólo por unas temporadas particulares.
Su distribuidor se llama Jhon, personaje que le entrega las tarjetas, los sobres y los álbumes a Marino y a otros cinco compañeros más que venden estos mismos productos.
Marino añade que cada uno respeta la mercancía del otro, por lo que, los que venden la misma mercancía hacen turnos de trabajo y al final del día hacen las cuentas con Jhon.
Él considera que su trabajo es legal puesto que lo ejerce honradamente, aunque dice que para las autoridades esto es informal. Agrega que a su edad ya no va a conseguir algo "mejor" pues si muchos jóvenes se encuentran desempleados hoy en día, él con sus años tendrá menos posibilidades de conseguir un empleo en alguna empresa o institución privada.
Está tranquilo en su silla, revisa algunas láminas y llama a uno de sus compañeros a recordarle un asunto. Me regala una sonrisa, recuerdo que necesito láminas para mi álbum, me vende unas cuantas y me despido.


miércoles, 14 de abril de 2010

Municipalidad de San José



En este video realizado para hablacostarica.com se le hace una entrevista a Marcelo Solano, coordinador de Seguridad de la Municipalidad de San José, Costa Rica. Él afirma que las ventas ambulantes presentadas en ese municipio son un serio inconveniente para los ciudadanos, pues hay una clara obstrucción de la vía pública y graves molestias hacia los transeúntes. Además expone que es necesario tratar el tema sanitario con estos vendedores, pues venden alimentos perecederos que pueden provocar problemas en la población consumidora. Él admite que ha habido abusos de la autoridad al enfrentarse a los vendedores y dice que ellos no son héroes sino humanos. Finalmente, dice que espera que el país genere las condiciones necesarias para que nadie dependa de la venta ambulante, pero ¿será esto posible? ¿Se están generando empleos formales en Costa Rica que permitan a los vendedores informales salir de ese estado de ilegalidad?

BOLETÍN DE PRENSA DEL DANE

El día de ayer el DANE publicó un boletín de prensa donde realiza una medición del empleo informal en el trimestre móvil de Diciembre 2009 a Febrero de 2010. Aquí se estudiaron las 13 grandes áreas metropolitanas del país y con base en esto se arrojaron datos que indicaron que “la aproximación a la medición de informalidad en materia de escala de personal ocupado en las empresas, debe ser de hasta cinco trabajadores”[1].

El 40.8 % de la población ocupada en el trabajo informal trabaja en el comercio, hoteles y restaurantes. El 59.7% trabaja por cuenta propia, seguida por sólo un 19.0% que se emplea como particular. Además el 51.6% de la población ocupada en el empleo informal tiene una formación secundaria frente a un 30.9% con formación primaria y un 14.6% con formación superior.

Del total de la población ocupada en el negocio informal, sólo un 10,5 tiene seguridad social.

Es interesante analizar estos datos y ver que son muchos los colombianos ubicados en esta línea de trabajo. Las estadísticas son una gran ayuda para entender este fenómeno y darnos cuenta que cada día son más los individuos que deciden salir a las calles a “rebuscarse” el trabajo. Este “rebusque” se convierte en un empleo fijo que brinda soluciones al problema del desempleo y de la pobreza.
Para mayor información sobre la economía informal ingresa a la página oficial del DANE en Colombia o haz click en el siguiente link donde encontrarás los datos utilizado en este texto: http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/boletines/ech/ech_informalidad/presentacion_ech_informalidad_dic_feb2010.pdf

EL MUNDIAL ES UN NEGOCIO MÁS PARA LOS VENDEDORES INFORMALES

Ya se acerca el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010. Las expectativas son muchas y por dentro le hacemos fuerza a nuestra selección preferida. Cada uno tiene su equipo favorito, yo siempre le voy a Portugal o a Holanda. Pero antes de que empiecen los partidos, sale el álbum oficial de Panini. Los semáforos se llenan de estos artículos y lo vendedores informales llevan en sus manos cajas repletas de sobres. Este año el precio de cada sobre es de 900 pesos, pero el viernes pasado que salí a observar a los trabajadores ambulantes de mi semáforo, decidí comprar cinco sobres. Uno de estos individuos me dijo que cada sobre costaba 1000 pesos y yo (que no sabía que en realidad en muchos sectores de la ciudad su costo es de 900 pesos) sin preguntar ni dudar opté por comprarlos. Al final del día mi hermano me dice que me han robado. Estos vendedores han elevado el precio de venta y creo que en cierta medida su decisión es inteligente, pues si se tiene más plata el individuo está dispuesto a gastar más dinero y ese es el caso de muchos residentes de Ciudad Jardín. Así los oferentes (vendedores) saben que uno puede pagar más, por lo que le suben el precio a sus productos. Esta estrategia es efectiva y sin duda la han sabido implementar.

martes, 13 de abril de 2010

¿HAY UN FUTURO PARA LOS JÓVENES?




Las oportunidades actuales para que los jóvenes consigan empleos formales son cada vez más pocas. Según un artículo publicado este año en la Revista Dinero "hay más de siete millones de jóvenes desempleados en América Latina, 600.000 más que hace un año debido a la crisis financiera internacional, según la Organización Internacional del Trabajo". Entonces ¿Cuál es el futuro que nos espera a nosotros los universitarios cuando salgamos a enfrentarnos al mundo laboral? ¿Qué expectativas tendrá un joven de escasos recursos -que apenas puede terminar su bachillerato- sobre lo que le espera en su vida? Muchos adolescentes se desalientan con la realidad que hoy vive nuestro país, por lo que "menos de la mitad de los jóvenes entre 15 y 24 años tiene algún trabajo, pero muchos de los que no tienen trabajo tampoco estudian". Este hecho social nos demuestra que el problema ya mencionado no sólo lleva a que las expectativas de conseguir trabajo sean menores sino que la única solución para muchos jóvenes será la de trabajar en el sector informal, pues es en este medio donde podrán "rebuscarse" cualquier negocio y en donde no se les exigirán grandes capacidades o que estén debidamente preparados o especializado en algún trabajo.


CRECE EL NÚMERO DE VENDEDORES INFORMALES EN EL MUNDO Y LAS SALIDAS PACIFICAS A ESTE PROBLEMA DISMINUYEN.

Día a día crece el número de personas que se emplean como vendedores informales en el mundo. La OCDE (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) pronosticó que para el 2020 el número de trabajadores informales aumentará a dos tercios de la fuerza laboral. Además se precisa que las mujeres son las que más laboran en este tipo de empleo, teniendo bajos salarios y careciendo de prestaciones; en igual medida los niños y los ancianos también se ven afectados al emplearse como vendedores informales. A este problema muchas veces no se le brindan soluciones pacíficas y constitucionales (violación del derecho al trabajo) ya que hay muchos casos donde los vendedores son sacados fuertemente de las calles. En vez de esto, deberían implementarse diferentes salidas pasivas; como lo son, la prestación de microcréditos hacia estos individuos y la generación de nuevos trabajos de mejor calidad. Es pues, como "el objetivo sería atraer esos negocios hacia la economía formal".[1]

Para mayor información sobre este tema, ingresar al link http://www.dinero.com/noticias/empleos-informales-crecen-niveles-record_58644.aspx.. Este artículo fue publicado por Eduardo Lora, Economista jefe del Departamento de Investigaciones del BID en el 2009 para la Revista Dinero.

[1] http://www.dinero.com/noticias/empleos-informales-crecen-niveles-record_58644.aspx.

FUERTES ENFRENTAMIENTOS EN SAN JOSÉ

En San José, Costa Rica el año pasado se presentaron fuertes enfrentamientos entre la policía y los vendedores ambulantes de esa ciudad. Estos últimos agredieron violentamente a un grupo de la policía, pues éstos intentaron desalojarlos del centro de esta capital. Araya, el alcalde dijo que pretendía "erradicar los delitos, como asaltos y ventas de droga que se esconden detrás de las famosas ventas ambulantes"[1] y al mismo tiempo quería dejar fuera de circulación diferentes alimentos perecederos. Un claro ejemplo de este caso son los jugos de frutas que se les vendían y siguen vendiendo a los transeúntes. Los problemas con esta comunidad de individuos son continuos y cada día son más violentas las formas de aludir el problema.

Más información en web http://www2.prensalibre.cr/pl/nacional/11100-fuerza-publica-y-ministerio-de-salud-lucharan-contra-ventas-ambulantes.html

[1] Artículo publicado en la web http://www2.prensalibre.cr/pl/nacional/11100-fuerza-publica-y-ministerio-de-salud-lucharan-contra-ventas-ambulantes.html por Luis Miguel Herrera en el 2009. Perteneciente a La Prensa San José.

DICIEMBRE




Cada Diciembre se convierte en una buena oportunidad de mejorar las ventas de los negocios informales. En esa época siempre se ven diferentes "mercancías navideñas" que rodean la mayoría de las calles de nuestra ciudad y de Colombia. Las luces, los muñecos representado el "año viejo", los adornos, los juguetes con figuras de papá noel y pesebres hacen parte de este paisaje urbano. Así, muchas personas encuentran en diferentes semáforos lo que necesitan para terminar de adornar sus hogares. La policía en estos casos, decide hacer diversos operativos pedagógicos y de evacuación de vendedores ambulantes en las ciudades del país, pues desean evitar que se generen desórdenes en las calles y que, poco a poco la cantidad de este grupo de personas vaya aumentando. De esta forma, los controles sobre las ventas ambulantes son mayores en este mes del año pues el consumo de muchos productos (incluyendo los navideños) se presenta en cantidades más notables.






lunes, 12 de abril de 2010

EN EL CARRO

Hace dos días iba con mis amigas en el carro. Estábamos hablando y escuchando música relajadamente. De repente paramos en un semáforo -pues estaba en rojo- y una señora le toca el vidrio a mi amiga. La señora tenía una caja llena de chiclets, bom bom bum y demás dulces que se venden por precios pequeños. Mi amiga sin ni siquiera mirarla hace una señal de "no" con su dedo y luego el carro avanza. Nadie le dio importancia a esto. Pero yo me voltie a ver la cara de la vendedora y pude notar su desánimo y frustración. Entendí que ella es una de tantas personas en Colombia que trabajan en la calle y que se enfrentan día a día al rechazo de miles de conductores y transeúntes. Estos posibles consumidores ya ni siquiera miran a la cara a los vendedores ambulantes. El rechazo y la indiferencia se han vuelto cotidianos en cada uno de nosotros, pues preferimos no ver sus caras (la de los vendedores) en el momento de rechazar sus mercancías; más bien miramos a otro lado y esperamos que el semáforo cambie a verde.

EN LA LLUVIA

Ayer tenía todo planeado para levantarme y salir a entrevistar a los vendedores del semáforo de la Carrera 100. Tenía las preguntas ya pensadas y anotadas en un papel, cargué la batería de mi cámara el día anterior para grabar las entrevistas y puse la alarma para que me despertara a las 10:00 a.m. Cuando me levanté, pude sentir la lluvia que fluía sin parar. En ese momento me pregunté qué estaban haciendo ellos, ¿será que podrían seguir vendiendo con semejante aguacero? La lluvia es el enemigo. Ellos no trabajan en oficinas o establecimientos comerciales que tengan techo, su trabajo es en la calle. Decido salir rápidamente a observar cómo se mueven, si se han marchado o si tal vez siguen laborando en sus puestos. Paso en el carro y veo que algunos están sentados bajo un árbol con sus impermeables, otros se han resguardado cerca a un edificio y a un restaurante. Siguen con sus actividades, aunque el agua no permite que sus cuerpos sean igual de rápidos. Los pierdo de vista y me alejo. Vuelvo a mi casa a acostarme, mientras ellos batallan con el agua. Su trabajo requiere firmeza y persistencia. Ser vendedor informal es de pocos.

domingo, 4 de abril de 2010

HAY OTROS

Lo vendedores ambulantes no son los únicos "habitantes" de la calle. En este semáforo también hay personas que se dedican a pedir limosna. Estos individuos al parecer presentan discapacidades físicas. He visto un hombre muy afectado de la vista, una mujer en silla de ruedas y adultos con extremidades deformadas. No sé hasta donde sean reales sus heridas. Mi interés es otro, quiero entender por qué nuestra sociedad ha puesto a estos sujetos en este lugar. Por qué no hemos creado mejores espacios donde puedan tener una mejor calidad de vida. Esta es la misma historia que han vivido y siguen viviendo muchas sociedades, donde el individuo que posee alguna discapacidad mental o física es retirado y alejado del núcleo social. Éste no tiene nada que ofrecer y representa un costo para los ciudadanos; por eso simplemente es mejor ignorarlo y de vez en cuando "tirarle" una monedita. Nos acostumbramos a no pensar en el otro, a no sentir su sufrimiento y su condición. A veces preferimos evitar mirar al necesitado. Si lo hacemos de verdad nos daríamos cuenta que nuestra sociedad está resquebrajada y por ende, descubriríamos que algo en nosotros también.

NEGOCIO SIN PUERTAS

Es una tarde cualquiera donde el trabajo continúa. El ambiente está calmado y todos se sientan a jugar cartas por un momento. Mientras tanto, las flores esperan por un comprador detallista. Este es un amplio espacio que se han tomado varios vendedores informales en el sector de Ciudad Jardín. Aquí hay otra dinámica, parece que estos personajes le dan al sitio un aire más real, más movido; donde el hambre del día se evita trabajando en un andén, en un semáforo, en un suelo gris desgastado. Ellos de algún modo colorean la calle, la toman y la convierten en un establecimiento más de la ciudad. Este es un negocio sin puertas. Su fachada son los árboles y el pavimento. Es una pieza más del paisaje urbano.